La catedral de Glasgow

La moderna y dinámica ciudad de Glasgow cuenta con un espléndido monumento medieval: su catedral del siglo XII, también conocida como High Kirk de Glasgow, San Kentigerno o catedral de San Mungo. Su oscura aguja y su tejado verde se alzan solemnes entre los edificios modernos de la ciudad. La tumba del santo homónimo escocés y el bello cementerio victoriano atraen a muchos visitantes.

Arte Y Cultura
Techo de madera del siglo XIV

Techo de madera del siglo XIV

Impresionante y misteriosa

A pesar de sus altos ventanales, el interior de la catedral de Glasgow es muy oscuro, lo que aporta un aire romántico de misterio al templo. Los majestuosos arcos góticos atraerán su mirada al magnífico techo de madera de 32 metros que ha sido restaurado en numerosas ocasiones. Algunos de los paneles datan del siglo XIV. Otra característica impresionante es el enorme coro de piedra, con representaciones de los 7 pecados capitales. Todas las vidrieras fueron realizadas después de 1947 y también son imponentes. La puerta de la sacristía está justo detrás del coro, en la esquina izquierda de la iglesia. En esta ubicación histórica se fundó la Universidad de Glasgow en 1451.

Los símbolos de San Mungo

Los símbolos de San Mungo

La tumba de San Mungo

La parte más intrigante de la catedral está situada en la bella cripta subterránea. Bajo los arcos se encuentra la tumba de San Kentigerno, más conocido por el sobrenombre de San Mungo. Este santo convirtió a parte de Escocia al cristianismo en el siglo VI. También es el patrón de Glasgow y de ahí que los símbolos de San Mungo (un pájaro, un árbol, una campana y un pez con un anillo) se encuentren en el escudo de la ciudad. El pez con el anillo está relacionado con una leyenda que dice que el santo encontró el anillo de la reina dentro de la tripa de un pez, protegiendo así a su majestad de la ira de su desconfiado esposo.

El cementerio del siglo XIX

El cementerio del siglo XIX

La necrópolis

Sobre una colina cerca de la catedral encontramos uno de los cementerios más bellos de Europa. La mayoría de las tumbas son de la época victoriana, cuando Glasgow aún disfrutaba de una floreciente industria y era conocida como la «segunda ciudad» del Imperio Británico. En aquellos días, los ricos empresarios de la ciudad encargaban extravagantes monumentos funerarios diseñados por los más reputados arquitectos escoceses que, a su vez, contrataban a los mejores escultores y artesanos para que realizasen el trabajo. También hay muchas cruces celtas en el cementerio. Con sus preciosas flores y exuberante vegetación, la necrópolis no resulta en absoluto triste o melancólica. Situado en un terreno elevado, el cementerio también ofrece una vista espectacular de la ciudad y de las colinas adyacentes.

Ver guía Reservar un vuelo