Un paseo a través de 193 países
Aunque el edificio acoge más de 9000 reuniones al año, una parte está abierta al público. Las paredes de una gran sala de conferencias están decoradas con pinturas donadas por Francia, mientras que el suelo de madera de la tribuna presidencial procede de Australia. En 1937, Estados Unidos donó el primer sistema de interpretación simultánea y el mobiliario original es un regalo de Suiza. Los singulares frescos que adornan las paredes de la Cámara del Consejo del tercer piso dan a esta sala un toque totalmente diferente. Karl Hügin es el autor de estos tres frescos. ‘Victims of War’ (“Víctimas de la Guerra”) representa a mujeres llorando junto al cuerpo de un soldado, que aún sostiene su espada. Hace unos años, la Sala XX fue restaurada y renombrada la Sala de los Derechos Humanos y la Alianza de Civilizaciones. Como parte de esta restauración, el artista español Miquel Barceló convirtió la cúpula de la sala en una impresionante y colorida obra de arte.
Un parque para todos
El agradable Parque Ariana, donde puede encontrar 800 especies de árboles diferentes y los pavos reales merodean libremente, rodea al Palais des Nations. El parque pertenecía a una familia que estuvo de acuerdo en la construcción del palacio, con la condición de que las personas y los pavos reales pudiesen vagar libremente por los patios. La mayoría de las aves son donaciones de un zoo japonés a través de los años. El parque cuenta con villas del siglo XIX y docenas de estatuas, torres y lápidas, en algún caso, donaciones de los estados miembros. Sin duda debe visitar la esfera celestial del 1939, con sus 85 constelaciones doradas y las 840 estrellas plateadas.