Una elegante obra manuelina
La Torre de Belém tiene otro significado histórico relevante: es la única construcción que fue originalmente edificada en el elegante estilo arquitectónico gótico manuelino tardío. Otros monumentos manuelinos se construyeron en estilo gótico y más tarde fueron reconstruidos. Sin embargo, esta torre de 35 metros de altura fue decorada originalmente con elementos típicos manuelinos, como pilares representando una cuerda trenzada, bóvedas de crucería adornadas con opulencia y gárgolas con forma de cabeza de animales. La Torre de Belém es una de las atracciones turísticas más populares de Lisboa. Especialmente cuando se acerca el atardecer, el sol baña con su luz dorada el monumento de caliza blanca, una imagen digna de fotografiar. Disfrute de una vista inolvidable desde la azotea de la torre, admirando el río Tajo, el puente colgante de 2.277 metros que se extiende sobre él, y la estatua de Cristo en la orilla lejana (de 103 metros de altura, incluyendo el pilar).
La tumba de Vasco da Gama
Merece la pena acercarse al barrio de Santa Maria de Belém, ya que se pueden visitar además otros dos puntos de interés. Cerca de la torre encontramos el Padrão dos Descobrimentos (Monumento a los Descubrimientos), de 52 metros de altura en forma de barco con las velas henchidas. Este monumento representa las figuras más importantes en la historia de Portugal. En la proa se encuentra Enrique el Navegante (Infante Don Enrique de Avís). Al contrario de lo que pueda parecer, el rey no fue un gran navegante, pero fundó y financió los viajes de los grandes descubrimientos. Otra atracción cercana es el magnífico Monasterio de los Jerónimos, donde se encuentra la tumba de Vasco da Gama.