La nueva antigua Varsovia

El centro histórico de Varsovia es una agradable excepción al hormigón comunista que suele definir las ciudades centroeuropeas. La medieval Stare Miasto (centro histórico) es uno de los destinos más populares de Polonia. Parece difícil de creer que el casco antiguo casi se perdiera tras la ocupación alemana que lo redujo prácticamente a escombros.

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Rusos y alemanes

La Stare Miasto comenzó a crecer en el siglo XIII alrededor del castillo de los Duques de Masovia, cuando se convirtió en el Palacio Real. Al principio, el centro histórico estaba rodeado de un muro de barro que más tarde sería reemplazado por un muro de piedra. Durante muchos años, el vecindario desempeñó un papel central en la vida de la ciudad. Sin embargo, durante el siglo XIX esta parte de Polonia que incluía Varsovia fue conquistada por el Imperio Ruso, y la Stare Miasto perdió su importancia comercial como núcleo de la capital. Tras la Primera Guerra Mundial, Polonia recuperó su soberanía y el castillo se convirtió en la sede principal del país: sede de la presidencia y cancillería. La autodeterminación del país volvió a desaparecer a manos de los alemanes en 1939. A pesar de que la Luftwaffe causó daños importantes al casco histórico, la mayoría sobrevivió. Sin embargo, cuando en 1944 los alemanes contraatacaron el Alzamiento de Varsovia, dejaron Stare Miasto en ruinas.

Un día soleado en Rynek Starego Miasta

Un día soleado en Rynek Starego Miasta

En los alrededores de la plaza del mercado

Rynek Starego Miasta, la animada plaza del mercado central, es un buen punto de partida para explorar el casco antiguo. Visite la cercana Catedral de San Juan, donde se coronaba y se incineraba a los reyes polacos. Eche un vistazo también a la UI. Piwna, la calle más larga del casco histórico, los murales y las gárgolas adornan las fachadas. Dese un capricho con un delicioso refrigerio en Karmnik, el popular bar de cócteles en el número 4A.

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