El dragón sobre el tejado
Con un poco de imaginación, parece que un reptil gigante ha aterrizado en el tejado de la Casa Batlló. Posiblemente Gaudí estuviese representando la leyenda de San Jorge y el dragón. La torre con la cruz podría representar la espada con la que Jorge mató a la bestia. Por otra parte, las calaveras de la fachada recuerdan a las víctimas del mortífero dragón. Otra explicación es que el interior simboliza el espíritu del carnaval. Según esta interpretación, el tejado representa un sombrero de bufón, los balcones son máscaras y el mosaico podría ser confeti. El tejado de la Casa Batlló es sólo uno de los muchos atractivos de esta avenida. Esta manzana del Passeig de Gràcia alberga varias casas modernistas del mismo periodo, las de los arquitectos Lluís Domènech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch. Bromeando, los barceloneses hablan de la ‘Illa de la Discòrdia’, (‘Manzana de la discordia’) haciendo referencia a la rivalidad profesional entre los arquitectos en esta calle.
El interior de la Casa Batlló
Con razón se describe la Casa Batlló como un edificio legendario. Sólo con ver su impresionante exterior es difícil reconocer la casa como edificio residencial. Por ello, el interior del edificio también merece una visita. Aproveche de los amplios horarios (de 09.00 a 21.00, permitida la entrada hasta 20.00). Intente llegar al atardecer, cuando la luz se filtra por los tragaluces con forma de concha y se crea un ambiente misterioso. Asegúrese de visitar el estudio y festejador del Señor Batlló, una sala romántica con una chimenea esculpida, donde los amantes se pueden retirar.