Demostración del poder en la plaza
Durante la primera mitad del siglo XV, el Ayuntamiento se construyó en el ala sur de la plaza. Se trata de una obra de arte de la arquitectura gótica. En el interior se mezclaron varios estilos, incluyendo el estilo de Luis XIV de comienzos del siglo XVIII. El edificio tiene una torre de 96 metros de altura, coronado con una estatua de tres metros del arcángel Miguel matando un dragón. Esta demostración de fuerza incitaba la envidia del Duque de Brabante, que rápidamente había decorado de forma extravagante la antigua “Broodhuis”, localizada al otro lado de la plaza. Le cambió el nombre a “Maison du Roi” – La casa del Rey. En 1695 la Grand Place sufrió muchos daños durante los intensos bombardeos de las tropas de Louis XIV. El francés Rey Sol desaba extender sus territorios durante la Guerra de los Nueve Años, que también devastó Bruselas. Sin embargo, la ciudad se recuperó rápidamente, gracias, en parte, a los gremios. El centro se reconstruyó rápidamente, tras un periodo relativamente corto, y la Grand Place recuperó la gloria perdida.
Las múltiples facetas de la Broodhuis
Uno de los edificios más decorados de la Grand Place es la Broodhuis, la "Casa del Rey”. Se ha sometido a restauraciones en numerosas ocasiones a lo largo de los siglos. Aquí se vendía pan en el siglo XIII, y a comienzos del siglo XV, el edificio fue ocupado por el Duque de Brabante. En aquella época, seguía siendo un edificio de madera, pero fue sustituido por un edificio de piedra en 1405. Se incorporó una fachada gótica con detalles llamativos bajo el mandato del Emperador Carlos, y a mediados del siglo XIX, el edificio se volvió a derribar y se reconstruyó en estilo neogótico. Actualmente, la Broodhuis es un museo con una valiosa colección de pinturas, tapices, esculturas, platería y porcelana. Definitivamente merece la pena visitarlo, porque la colección ofrece una fabulosa perspectiva de la historia de la ciudad.
Alfombra de flores en la plaza
Cada 2 años en agosto, la Grand Place se cubre con una enorme alfombra de flores. Unos 120 voluntarios se pasan horas cubriendo los 1800 m2 con 800.000 begoñas fomando bellos diseños. La primera alfombra de flores, en 1971, consiguió tanto éxito que se convirtió en tradición. El acontecimiento atrae a miles de turistas cada vez. Es impresionante ver cómo se transforma esta plaza de piedra en un mar de flores durante toda una semana.