Fundido para construir cañones
Solo hay una cosa que no sobrevivió al paso de los siglos: el tejado de bronce del Panteón. El Papa Urbano VIII mandó derretir el bronce para crear un baldaquín para la tumba de Pedro en la Basílica de San Pedro, y para los cañones del Castle Sant’Angelo. El gran tejado abovedado del Panteón es un fascinante fenómeno y una auténtica obra de arte. Con el tiempo, los arquitectos se preguntarían cómo era posible que la cúpula, de hormigón no armado, no cayese por su propio peso.
Abertura en el tejado
Tras muchos años, en 1434, el arquitecto italiano Bruneleschi consiguió diseñar una cúpula similar para la Basílica de Santa Maria del Fiore de Florencia. El secreto del Panteón yace en que sus paredes se afinan gradualmente a medida que llegan a la parte superior. Para reducir el peso, el arquitecto añadió casetones, adornos huecos cuadrados. Finalmente, hay un agujero en la parte superior para que la cúpula emocione. Así que, aunque fuera esté lloviendo, la luz del sol puede introducirse en el Panteón e iluminar su impresionante interior.