Vacío misterioso
A comienzos del siglo XX, la obra del filósofo Friedrich Nietzsche sirvió de inspiración para de Chirico. Intentó convertir el sentimiento y el misticismo de los textos en pinturas. En 1910 se mudó de Múnich a Florencia, donde creó su primera obra metafísica “El enigma de una tarde de otoño”. Fue la primera obra de una serie de plazas italianas, a las que debería en gran parte su éxito posterior. Estas pinturas se caracterizan por el misterioso vacío y desolación que irradian las plazas. Da la sensación de que uno se adentra en un mundo onírico. Por ello, de Chirico fue una gran influencia para los surrealistas posteriores, y estuvo a la cabeza de este movimiento. Aunque en un primer momento los surrealistas secundaban su estilo, rápidamente le dieron la espalda cuando demostró estar más interesado, a comienzos de la década de los 20, en los periodos renacentistas y barrocos.
Tubos de pintura
La visita a la Casa Museo di Giorgio de Chirico le ofrece una perspectiva única de la vida de este artista. El mobiliario de la década de los 50 y la arquitectura del siglo XVII añaden valor a esta fascinante visita. De Chirico utilizaba el primer piso principalmente para recibir a las visitas y para el ocio. Las mesas de mármol, cortinas de damasco y marcos dorados crean un ambiente clásico a la par que lujoso. En la vivienda encontrará principalmente obras del periodo 1940-1950, incluyendo autorretratos y un retrato de Isabella, la esposa de de Chirico. El segundo piso es más íntimo: aquí se encuentran las estancias privadas del pintor, los dormitorios y –mucho más impresionante– su estudio, que ha sufrido una intensa restauración para volver a su estado original. Aquí encontrará los tubos de pintura y la paleta original de de Chirico, lo que le dará la sensación de que el artista puede entrar en cualquier momento y retomar el cuadro en el que trabajaba. En el tercer piso se encuentra un gran balcón donde de Chirico hacía descansos entre obra y obra. Si lo ve, entenderá por qué: ¡las vistas de Roma son inigualables!